Publicado en Amistad, Familia, Personal, Reflexiones, Sentimientos, Trabajo

Empatía

Atención, señores: la empatía es GRATIS. No pido que la gente tenga un sexto sentido, un poder de adivinación ni nada de eso. Solo empatía…

La RAE define el término empatía como la identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro. Es decir, es ser capaz de ponerte en la piel de otra persona, de intuir cómo se siente, si está contento, triste o enfadado. Ser capaz de dejar el egocentrismo a un lado y plantearte qué hay más allá de ti mismo.

Cada vez hablo menos y comparto menos cosas con la gente por la falta de empatía. Es frustrante hablar con alguien de algo que es importante para ti y que traten el tema con indiferencia, que expongas una situación para ti complicada y que lleven la conversación a su propia vida, como si la tuya no importara lo más mínimo. Contar tus planes personales o profesionales a alguien y no recibir ningún tipo de apoyo, más bien al contrario. ¿Por qué debería hablar con gente así que me hace sentir insignificante?

Necesito a alguien en mi vida que ponga un interés real por lo que cuento, alguien a quien no tenga que repetirle una historia cada dos semanas porque ya no la recuerda. Alguien que valore mi esfuerzo y que me dé su apoyo incondicional a pesar de que crea que me equivoco.

¿Pido demasiado? Tal vez sea ese el problema. Cuanto más esperas de los demás, más decepcionado te sientes. Es ley de vida. Y yo me lo repito una y otra vez: es mejor estar sorprendido que decepcionado.

Se dice, se comenta...