Van pasando los días y a pesar de que al principio no me encontraba especialmente bien aquí, poco a poco voy sintiéndome mejor. Mis nervios se van disipando y el tranquilizante ha pasado a ocupar un lugar al fondo de mi maleta. Creo que el estrés y el agobio de las últimas semanas me está pasando factura y estoy agotada prácticamente a todas horas así que solo pienso en dormir y descansar.
Justo antes de venir a Castellón mi hermana me recomendó zenitude (zen attitude, actitud zen) y yo, que siempre he sido muy obediente, me dedico de manera casi obsesiva a la búsqueda de la paz y la tranquilidad. Debido a eso, aún no he ocupado parte de mi tiempo en pensar en el futuro, en qué voy a hacer con mi vida. ¿Qué va a ser de mí? Solamente me lo he planteado durante algunos minutos y he acabado profundamente deprimida así que he apartado la cuestión de mi cabeza hasta nuevo aviso.
Mientras tanto, seguiré comiendo, durmiendo y dando algún que otro paseo por la playa. Y planeando una escapadita con mi novio en mis ratos libres. Y leyendo: después de leer en 6 días «La analfabeta que era un genio de los números» de Jonas Jonasson, hoy me dispongo a comenzar un libro nuevo. Y entre unas cosas y otras confío en que, cuando menos me lo espere, me llegue la inspiración y el ánimo necesario para empezar a tomar decisiones importantes…
Genial. Me alegra muchisimo por ti. Un abrazo
Me gustaMe gusta
Gracias, Félix. Parece que las vacaciones están produciendo en mí el efecto esperado así que yo también me alegro. ¡Ojalá siga así! Un saludo
Me gustaMe gusta
Me siento muy identificada contigo! Ánimo!! Mua
Me gustaMe gusta
Uff, pues si te sientes identificada conmigo… ÁNIMO a ti también! 😉 Un abrazo
Me gustaMe gusta
Gracias!!! 😉
Me gustaMe gusta